Cada niño modela su propia casita, refugio o guarida, dándole forma a su idea de hogar.
Pueden agregar detalles como puertas, ventanas, árboles o personajes diminutos que
“vivan” en su creación. Habilidades que desarrolla:
Imaginación espacial, pensamiento simbólico, motricidad fina y expresión emocional.
